Ese día estuve tan feliz, por fin sentía que había algo de luz en la tormenta, que por fin había algo de felicidad en mi mísera existencia, por fin me sentía querido. Ambos no sabíamos que hacer ni tampoco de qué hablar solo disfrutábamos de estar el uno con el otro, pero lo que decidimos hacer fue ver una película, la verdad no me acuerdo porque salimos antes, pero decidí acompañarla a la salida del cine. Era su mamá que la llamaba para irse a su casa ya que en el lugar en donde vivía ella era peligroso. En ese momento sentí una extraña sensación detrás